martes, 2 de febrero de 2010

Comentario de noticia: El "pensionazo"

El Gobierno ha filtrado a los medios de comunicación sus planes de reforma del sistema de pensiones. Estos consisten fundamentalmente en el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años y la potenciación de lo que ellos llaman "el sistema complementario", que no es sino el sistema privado de fondos de pensiones. Otras medidas que se plantean son la elevación de la edad mínima de prejubilación hasta los 58 y la ampliación del período de referencia para el cálculo de la pensión de 15 a 20 años. Se precisa desde ámbitos gubernamentales que las medidas se aplicaran de manera progresiva, para reducir su impacto en la sociedad.
La CEOE ha aplaudido esta decisión. La OCDE se atreve incluso a decir que la reforma se queda corta. El PP se opone, pero parece que con la boca pequeña. Todo apunta a que terminará apoyando la reforma.
La lógica de los refranes castellanos ("Reunión de pastores, oveja muerta") parece indicar que todo esto no trae nada bueno para los trabajadores de este país. Un breve análisis de los propuesto (más años de trabajo, más dependencia de bancos, aseguradoras, fondos de pensiones, etc.) confirma la intuición. Así pues la pregunta es obvia: ¿Es necesario todo esto?
La Seguridad Social española ha tenido superavit durante los últimos años. Las pensiones no parecen estar en peligro, al menos no en un futuro inmediato. Si miramos a un futuro más lejano, digamos a 50 años vista, los promotores de esta reforma nos hablan de la inversión de la pirámide poblacional y de la imposibilidad de que menos trabajadores mantengan a más jubilados trabajando y cotizando lo mismo. Sin embargo este es un argumento espúreo, principalmente por dos motivos.
En primer lugar, la inversión de la pirámide poblacional es una situación que ya se había predicho con anterioridad. De hecho, según algunas prospecciones de hace tiempo, deberíamos hallarnos ahora mismo en tal circunstancia. Lo que nos ha evitado llegar a ese punto no ha sido otra cosa que la inmigración. La llegada de una población de edad joven, en edad de tener hijos y con una cultura que, en muchos casos, les lleva a tener un buen número de ellos, no solo ha sido el motivo del crecimiento constante de la economía española, sino que han variado de forma radical la demografía de nuestro país. ¿Qué nos hace suponer que esto no volverá a ocurrir?¿Es que van a desaparecer las desigualdades del mundo?¿Es que va a desaparecer la miseria de los países de orígen de estas gentes? De momento, pocas cosas incitan a pensar así.
Como segundo punto hay que señalar la insistencia en hablar de que los trabajadores, al tener que generar pensiones para más gente, tendremos que hacer un mayor esfuerzo, pero sin mencionar nunca a las empresas. La economía española, el PIB, el beneficio empresarial y otras grandes cifras no han dejado de crecer en los años de bonanza. La productividad también ha aumentado con el tiempo, una empresa con menos trabajadores que hace 20 años puede producir el doble. Resumiendo, las empresas ganan más cada vez. Pero nadie habla de cargar ese sobreesfuerzo necesario sobre sus hombros. ¿Por qué será?

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